martes, 1 de julio de 2008

8 LOS CHARLATANES




8 - LOS CHARLATANES

Eran los charlatanes, las estrellas del bullicio sobresaliente durante las Ferias y Fiestas; los vimos vociferando en los alrededores del mercado central. Con su verborrea atraían a todo tipo de personas, tanto a la chiquillería como al forastero que recién llegado del pueblo anhelaba adquirir algo a buen precio para llevarle a la familia como regalo de Ferias.
Unos montaban su tenderete en el suelo, rodeado de maletas que contenían todo tipo de baratijas. Otros sobre una mesa, protegiéndose del lacerante sol con una sombrilla.
Venían siempre aprovechando las fiestas de San Juan o las Ferias de Septiembre. 
Por San Juan; los labradores contrataban a los segadores, temporeros y trilliques; apiñándose todos, junto a los cafés Novenlty y Villarrosa. Se distinguían muy bien; los temporeros, segadores y trilliques rapados al cero, con un fardel o macuto a la espalda; los “dediles” que utilizaban para segar colgados del cuello, siempre con su inseparable sombrero de paja. 
En cambio, los labradores lucían sombrero de fieltro, gorra visera o boina, unos vestían chaqueta de pana y otros un blusón amplio y negro, llegándole casi hasta las rodillas. Los más llevaban camisa sin cuello, solamente la tirita con el botón y toda abrochada. (Hasta el “gañote”).
¿Cuánto pides por la temporada galán?  –Diez mil reales y mantenido.
—Contestaba el mozo.
Volvían todos en Septiembre, cuando había terminado la cosecha, aprovechando de paso las Ferias. Algunos a los toros y otros a comprar los “Majos” para regresar después a su pueblo de origen.
A base de griterío, los charlatanes, iban atrayendo al gentío, arremolinándose embelesados ante las fascinantes mercancías. Las lisonjas del vendedor y el afán de llevarse un lote de objetos por una minucia de dinero, conquistaba a las gentes humildes, pues la codicia de comprar sugestivos géneros a módico precio los cautivaba.
Lo mismo vendían una cartera de piel de búfalo, un lote de maravillosas hojas de afeitar de acero sueco, un peine de concha de tortuga caribeña, o unas medias de cristal para hacer feliz a la señora del afortunado comprador.
—¡A quien me enseñe veinte duros! 
—Le regalo un peine, una hoja de afeitar un calendario que adornará la bonita pared de su casa, una pluma estilográfica para ceder al niño y que no tendrá que recargar hasta ir a la mili.
— ¡Y también! Una cartera de piel de Ubrique, para guardar las fotografías de su mujer, de sus hijos y tal vez de su queridísima suegra señores.
El ayudante montaba el teatro llevándose las manos a la cabeza; el charlatán rebatía: 
—¡Cállate!  El género es mío y hago con él, lo que me da la gana.
Cuando los críos se arrimaban demasiado para no perder ripio, chillaba. ¡Aparta chaval, que me “jodes(¹) la maleta! 
Continuaba con su cantinela: 
—¡Señores! Todavía hay más; les regalo una medalla que no es de plata, pero como ha estado doce años en una platería, algo se le habrá pegado.
—¡A ver secretario! Un lote para aquel señor, otro para el del fondo…
Y así sucesivamente, hasta hacer su particular agosto.
Había otro charlatán vendiendo relojes suizos de veintitantos “rubís”, cristal “fosforito” y cadena de oro alemán. Sorprendentemente solo se le daba cuerda cada dos días.
—¿Cuánto voy a cobrar por este auténtico reloj fabricado por los más acreditados relojeros Suizos, genuinos relojes elegidos por los americanos?  

—Pues no se lo van a creer; ni 60, ni 50, ni 40 duros…
—¡A treinta duros oiga! 
—¡Y al que no quiera el reloj, tres puñaditos de higos!
Ciertamente alguno de vosotros habréis reparado en que ahora también se estila bastante eso de ofrecer mucho, dando poco.
—¡Y no solamente voy a incrementar el salario mínimo interprofesional, también voy a regalar a todos los trabajadores y pensionistas 400 euros a descontar en el IRPF y además, voy a crear tres millones de puestos de trabajo! Y el pleno empleo para las mujeres… “Hasta las próximas elecciones y que ustedes lo sufran bien”. 
José Luis Rodríguez Zapatero prometió en la campaña electoral de 2008, una ayuda de 400 euros.
Los 400 euros de Zapatero costaron 4 veces más que el ahorro en pensiones.
El coste de la desgravación en la recaudación del Estado en 2009 fue de 5.700 millones, casi cuatro veces más que los 1.500 millones que se ahorrará el Ejecutivo congelando pensiones en 2011. (Fuente: EL MUNDO)
Pero el tipismo se ha perdido, tal vez motivado por las prisas, la sociedad de consumo, la intolerancia y la nefasta forma del convivir diario. 
Ya no es necesario ir tranquilamente media hora antes para coger asiento en “La Serrana”; escuchando la cantinela de la vendedora de dulces ¡Patatita americana! O aquel otro gritando –¡Paquetito de caramelos oiga
Ahora preferimos aguantar enormes atascos con nuestros vehículos, derivando en agrio carácter, incluso perdiendo algunos, toda dignidad.
Por entonces no había nada como lo americano: Las películas del oeste, las plumas Parker, las gafas de sol Ray-Ban, la leche en polvo, el queso americano y la mantequilla salada que nos “regalaban” con el plan llamado “La Ayuda Americana”.
El 26 de septiembre de 1953 se firmaba, el denominado «Pacto de Madrid». Vigente hasta 1.963.
La España de Franco, que no cumplía ningún requisito democrático, fue excluida del Plan Marshall, lo que hizo aún más duro el lento proceso de recuperación de nuestro país tras la guerra civil.
Estos asuntos más serios, ya hay quien los trata lúcidamente; para mí lo interesante ahora es relatar vivencias anecdóticas –historias de antes– y no importunaros, pues demasiado tenéis con soportar los avatares cotidianos. 

–¡Nada nada! 
– Echémoslo en vino.
Lindo canta la calandria
y muy lindo el ruiseñor,
mejor canta la botella
si le sacan el tapón. 

(¹) Del DRAE:   tr. Destrozar, arruinar, echar a perder. U. t. c. prnl.


Respuesta al comentario de Techum:
En absoluto me ofendes, te agradezco el favorable comentario y además me satisface que gusten mis artículos.

Referente a al inciso que haces, yo creo que según la gramática de D. Luis Miranda Podadera. Pronombre es la parte de la oración que sustituye al nombre o lo determina. PRONOMBRE PERSONAL: representa personas, animales o cosas (yo, nosotros [primera persona]; tú vosotros [segunda persona]; él, ellos [tercera persona]).

Pronombre es la palabra que sirve para sustituir al nombre y evitar su repetición.
Igualmente, pronombre es toda palabra que designa un objeto sin decir su nombre.

¡Cállate! El género es mío y hago con él, lo que me da la gana.

En la frase anterior, “género” se sustituye por él. Si en una frase ha de entrar varias veces esa palabra, la primera vez se dirá “género”, y las otras veces se usará él, sin repetir “género”.

En tu comentario, hay un lapsus cálami, donde dices pueblerino "antigo", seguramente has querido decir. Pueblerino antiguo. Además de "incisión" que significa corte, en lugar de indicar "inciso"


Felipe García Fraile.

1 comentario:

Maite Albarrán dijo...

Interesante relato del charlatán que trataba de vender al pueblerino antigo.

Luego la alusión a las promesas de los nuevos políticos.

La dura etapa económica franquista que yo desconcí.

Interesante blog, lo encontré al azar.

Buenos escritos espero seguir disfrutando de ellos.

Una pequeña incisión:

Cállate! El género es mío y hago con él, lo que me da la gana.

El segundo "el" es art. no pronombre por tanto sin acento.

Un saludo, sin ánimo de ofender, es que tu escrito está impecablemente escrito, de mi total gusto.