martes, 8 de julio de 2008

10 FRAILE







10 Fraile
El nombre de Fraile viene del latín "frater" y significa "hermano".
El apellido es de origen judío; desde mediados del siglo XIII hasta finales del XV, la persecución de los judíos en la península fue continua; de tal modo que eran obligados a convertirse al Catolicismo bajo la amenaza de ser expulsados. Ante esta situación, parte de ellos optaron por cambiarse los apellidos y buscar vocablos que hicieran referencia a la Iglesia Católica, tales como: Fraile, Monje, etc. De esta manera, calmaban las iras de la población y mantenían sus negocios y su estatus social.
Así mismo, se adoptaron apellidos referentes a nombres beatíficos como: Santa Marta, San Pedro, San Pablo. Igualmente hubo cierta inclinación a tomar apellidos de ciudades como: Ávila, Cáceres, Valencia, etc.
Pero esto sólo ocurrió en el primer momento y, al iniciarse las persecuciones de la Inquisición y tratar de pasar más desapercibidos, adoptaron lógicamente apellidos completamente corrientes y de difícil identificación.
Referente a escribir el apellido Fraile con “y” griega, parece ser que antiguamente el apellido se escribía así. Durante más de cuatrocientos años, de forma constante, se encuentra escrito como Frayle, con “y” griega. Solamente en el siglo XX aparece con “i” latina.
Los datos, apuntan a que no hubo un solo tronco original de un antecesor, que tomó el apellido “Fraile”.

Según el "Heraldario, el primer linaje de los Fraile en la Península fue radicado en Cantabria de donde se extendió a otras regiones e inclusive saltó al Nuevo Mundo.
Hay en España distintas casas Fraile. Desde tiempos muy remotos fue conocida y muy considerada.

Los historiadores hacen notar muy acertadamente que no todos los linajes de este apellido tienen un origen común. Las armas más antiguas son las señaladas en el “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica”

Algunos de los personajes más notables con el apellido Fraile son:
Don Juan Sevillano y Fraile fue nombrado Marqués de Fuentes de Duero el 15 de diciembre de 1.846, por Isabel II; y Duque de Sevillano con Grandeza de España de primera clase el 6 de diciembre de 1.854, también por Isabel II.
Don Diego Gómez Fraile vecino de Abertura (Cáceres), ganó en 1.536 la Real Provisión de Hidalguía.
Doña Asunción Moreno y Fraile se casó con Don Juan Aguirre de Carcer y López de Sagrado, segundo Conde de Andino (según carta de sucesión expedida el 2 de diciembre de 1.961). Probó su nobleza e hidalguía en la Orden Militar de Santiago e hizo su presentación ante la Sala de Hijosdalgos de la Real Audiencia de Oviedo.

Su Heráldica:
Las armas de los Fraile que se citan en el Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica son:

En campo de sinople un castillo de oro almenado, aclarado de azur y mazonado de sable.

En campo de azur doce cureñas de cañón de su color, puestas en tres palos de a cuatro.

En campo de sinople tres peras de oro bien ordenadas.

CARACTERÍSTICAS:

ARMAS: En campo de sinople un castillo de oro, almenado, aclarado en azur y mazonado en sable.
Oro: Nobleza, Magnanimidad, Riqueza, Poder, Luz, Constancia y Sabiduría.
Sinople: Esperanza, Fe, Amistad, Servicio y Respeto. (Verde)
Sable: Prudencia, Tristeza, Rigor, Honestidad y Obediencia. (Negro)
Azur: Justicia, Celo, Verdad, Lealtad, Caridad y Hermosura. (Azul)

Castillo: Por la superioridad de su fortaleza respecto a otros edificios, denota grandeza y poder, empleado en defender a los amigos y aliados, resistiendo invencible al enemigo.

Para saber sobre nuestros antepasados, habría que ahondar en el archivo de la parroquia, en la Villa de Añover de Tormes, comprobando que antecesores había a partir de Manuel Fraile.

La historia de Añover corre paralela a la de Palacios del Arzobispo; ambos pueblos en la Edad Media pertenecieron a Arzobispo de Santiago de Compostela y después se incorporaron al obispado salmantino.

En el “Diccionario” de Madoz encontramos un dato interesante; Pascual Madoz dice: “Añover de Tormes”, llamado antiguamente Aldehuela de Palacios
En documentación posterior al s. XVII, siempre se encuentra el topónimo con el nombre actual; sirvan de ejemplo el “Diccionario” de Juan Mariana y las referencias administrativas. (²)
La gente habla igualmente de Añover que de Aldehuela para referirse a este lugar. Se observa como Añover no ha sido capaz de desarraigar al nombre aparentemente primitivo; incluso es más relevante L’aldehuela que Añover; por supuesto el sobrenombre no se utiliza en la lengua hablada casi nunca.
El prof. Llorente parte de la base annawbar, ‘monte pinar, para explicar este topónimo e insiste en el hecho de que se trata de una “etimología fonéticamente admisible” (³)






(²) Vid. Ignacio Coca Tamame. “TOPONIMIA DE LA RIBERA DE CAÑEDO” p. 297.

(³)Vid. Ignacio Coca Tamame. “TOPONIMIA DE LA RIBERA DE CAÑEDO” p. 298

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