martes, 31 de marzo de 2009

16 MI MAESTRO



Ahora que me acuerdo. Hace tiempo me había pasado por la imaginación, volver la vista atrás y evocar a mi maestro, al que nunca he olvidado. Quiero llamarle “mí maestro”, porque entre todos los profesores que tuve, (él no fue el único) supuso para mi el excelente, preocupado por mi aprendizaje, no solamente se fijó en mí, sino en todos los escolares que tuvo. Conseguía sin sacudir bofetones, que nosotros no requiriéramos “Fósforo Ferrero” para memorizar.
Observaba desde mi pupitre su sonrisa clara y con su eterna tiza en la mano, desprendiendo un polvillo blanco que le cubría los brazos, explicaba los números y los ríos de tal manera, que mis horas de niño pasaban como paisaje motriz.
Aparecía presuroso en las mañanas de invierno arreando panorama, subido en su vieja bicicleta, soportando la dura ventisca y su sueldo exiguo, Importándole solamente las ilusiones de sus discípulos.
No persigo que todos sus alumnos le brinden una gran celebración, solo pido dedicarle una llamarada para entibiar el frío de su vida y entonar un himno en el que figure su nombre. Don NICOLÁS GARCÍA.
Le llegó el retiro siendo profesor del colegio Francisco de Vitoria, y en algunas ocasiones nos hemos encontrado y suscitando sus recuerdos se llenaba de júbilo recordando sus años juveniles.
Desde aquí mi grato reconocimiento.


Felipe García Fraile

sábado, 21 de marzo de 2009

15 CAMINAR EN EL TIEMPO


Subsisto en el tiempo
como objeto pasivo,
inanimado.
Solamente callo,
sueño,
dejo volar mi fantasía
y mis pensamientos,
Inmóvil,
en mis soledades.
Andar sin andar,
vagar,
marchar yermo
y despertar…