viernes, 18 de marzo de 2011

19 PREPOTENCIA







PREPOTENCIA.



Algo que no he podido soportar nunca, ha sido a una cierta clase social que prolifera y ha proliferado desde tiempos remotos. Me refiero a los “prepotentes”, cuya definición dice: “Personas engreídas demasiado convencidas de su valer”. Dentro de esta raza de especímenes también se encuentran los chulescos pedantes y listos.
Estos ejemplares, desprecian a todo aquel que consideran inferior; lo descalifican, tachándolo de idealista, insensato, ingenuo, simple y sin criterio; entre otros apelativos que no quiero reflejar. Ellos nunca admiten no ser sobresalientes y ejercen el exhibicionismo radical, consiguiendo con su actitud, ganarse enemigos a diestro y siniestro.
Incapaces de entender la importancia de que en su entorno hay personas (sin títulitis), que han conseguido silenciosamente situarse en la vida y alcanzar sus objetivos sin alardear.
Nunca fue mi deseo molestar a nadie, pero reconoceréis conmigo que estos entes coexisten con nosotros y, en tono desafiante, quieren ser los primeros en todo a toda costa, sin admitir los batacazos que se van dando continuamente.
Estos seres, dominantes de la verdad, seguros de si mismos y nada sinceros, no tienen en cuenta como se sienten los demás ante sus comentarios. A veces tengo la gran duda de frenarlos, con riesgo de incrementar su desprecio hacia mí, o callarme sin prestarles atención.
Todos los demás son, simplemente, personas normales. ¡Porque en esta vida, ha todo hay quien gana, señores!

Un tonto tonteando
cogiendo coles
y otro tonto le dice:
¿Tonto que coges?




Coplilla manchega.